Acabo de terminarme el decimonoveno (y último) tomo del cómic XIII, esa obra maestra del cómic europeo que todos deberían leer.
Ahora bien, no estoy muy seguro de por qué lo seguí leyendo si, ya en cuanto me terminé el quinto tomo, decidí que ERA UN TRUÑO.
La trama de conspiración termina ahí. Ya se sabe todo salvo dos o tres tonterías, que tardan en resolverse QUINCE putos tomos, mientras el protagonista (un misógino recalcitrante con más potra que técnica y menos carisma que un vibrador con pinchos) busca cosas sobre su pasado, que se resume en un montón de capas de vidas pasadas tan complejas como sinsentido.
Y aunque el dibujo es bueno, el guión es bastante aburrido, resumiéndose en contar una historia mucho más intrincada de lo necesario con bocadillos gigantescos y una narrativa bastante repetitiva. Bebe mucho del buen cómic de misterio americano, y supongo que por eso ha sido tan revolucionario, pero ciertamente es un cómic prescindible (salvo quizás el primer arco argumental, formado por los cinco primeros tomos) y, obviamente, su spin-off (centrado cada número en un secundario diferente) ni siquiera voy a ojearlo.
Pero, coño ¿Por qué esta obra ha inspirado cosas TAN buenas (exceptuando la HORRIBLE miniserie con Val Kilmer) si es tan malo? Pues porque parte de un GRAN material.
El concepto de alguien amnésico que está involucrado en una conspiración a gran escala sin saber muy bien cómo, es un punto de partida potentísimo para narrar multitud de historias. Obviamente, el tema de la amnesia está super manido, pero utilizarla como motor para desenmascarar una trama compleja y peligrosa es genial.
Cuando se adapta una historia, se coge la esencia de la historia y la forma de contarla para adaptarla a otro formato. Así, una historia como esta encaja perfectamente en un formato más periódico como el cómic americano (innegable esa inspiración que recoge Azzarello en 100 Balas), o en una narrativa más adrenalítica como puede ser un videojuego (a día de hoy sigue siendo genial el videojuego de XIII, una pena que las ventas no acompañaran), para contar una historia que, en su esencia, funciona a las mil maravillas.
Todavía me falta ver la serie de Canal+ France que adapta el cómic, pero no dudo que será mucho mejor que el cómic.
He dicho.
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