Fui a comer a casa de mis abuelos y mi abuelo me dio mi regalo de cumpleaños: Una pistola francesa del siglo XVIII. Además, es totalmente funcional, sin taladrar ni nada. Así que si algún día se me cruzan los cables, sólo tendré que conseguir pólvora y balas del siglo XVIII y ya está... ¡BwaHaHa!
A ver si consigo sacarle fotos a la pistola un día de estos.
Y luego esta tarde fui de ruta Freak con mi madre y terminé mis compras navideñas.
En fin, mañana espero estar en mejor estado, y si no, un plumaje de fénix lo arregla todo.
Taluego!
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