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martes, mayo 12, 2009

Los 7 Pecados Capitales

Os había prometido volver a la normalidad, así que a eso voy. Hoy voy a hablar de la única tarea en el universo que, por si misma, te hace caer en los 7 pecados capitales a la vez.

¿Orgías sadomaso? ¿Instigar guerras en el Tercer Mundo? ¿Quemar monjas? ¿Mutilar perros? ¿Follar en los probadores de unos Grandes Almacenes? ¿Dirigir Transformers?

Casi. Pero no. Todas estas fallan en alguno de los siete, como por ejemplo, la pereza, ya que todos necesitan concentración y esfuerzo para conseguirlo (Transformers no, claro). Sólo existe una tarea: Desayunar pizza.

Y os lo voy a demostrar enumerando los 7 Pecados según David Fincher (luego la biblia lo plagió):

Gula: La pizza mola, engorda y es poco sana. Además, está hecha de tal forma que incita a que comas más. El bien conocido que sólo hay dos momentos en que se puede parar de comer pizza: 1) Cuando estás lleno a reventar. 2) Cuando te has comido sólo dos trozos, porque parece Pacman y te hace gracia.

Pereza: Porque está claro que NO vas a calentar la pizza. Podrías comerte un desayuno de verdad ¡Pero no! Coges la pizza que sobró de ayer y te la comes fría, que sabe mejor si no trabajas. El summun de esto es cuando descubres que no te bebiste la lata de coca-cola completa y te la terminas desayunando.

Soberbia: ¿Y la cara que se le pone a los demás cuando les dices "Hoy he desayunado pizza"? Te hace sentir mejor que ellos, te hace sentir superior ¿Por qué? ¡Porque has desayunado pizza y ellos no! Por eso.

Envidia: Y aún así, después de desayunarte el trozo de pizza que sobraba, te corroe la envidia ¿Envidia de quién? ¡De ti mismo! Porque anoche tenías ocho trozos y ahora sólo te queda un miserable trozo y, como mucho, algunos bordes chupados con servilleta pegada...

Ira: ¡Y entonces aparece la ira! ¡¡¡POR QUÉ NO ME COMÍ SÓLO SEIS TROZOS AYER!!! ¿¿¡¡EEEHHH!!?? ¿¿POR QUÉ?? Diox, menuda mierda cuando se acaba el último trozo de pizza para desayunar. Tu vida se apaga un poquito y el resto del día estarás un poco peor contigo mismo.

Avaricia: Y todo por avaricioso. Porque cuando pediste la pizza, te dijiste a ti mismo que pedirías exactamente la del tamaño que más se ajusta a tu estómago, no la más grande (con 2 x1 a ser posible), como estás deseando en ese momento. Y con ese pensamiento de que has ahorrado, te sientes un poco mejor contigo mismo y puedes pasar un poco mejor el mal trago de los dos pecados anteriores.

Lujuria: Pensábais que me había olvidado de esta ¿eh? ¡Pues no! A ver, seguro que habéis escuchado alguna vez aquello del día de "Filete y mamada" o lo de apoyar la cerveza en la cabeza de la otra persona mientras te cantan la Marsellesa... Pero con la pizza no ¡Nunca! Porque no hace falta, la pizza por sí misma ya es una experiencia sexual completa y satisfactoria (mucho más satisfactoria que algunas con más renombre y fama internacional). Demostrado científicamente.

Y por eso, la experiencia más pecaminosa del mundo, es desayunar pizza.

Que lo sepáis.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mola.
En cuanto acabe con los alimentos que se dejaron aquí mis ya ex compañeros de piso. (estoy en la fase "comer de robado") desayuno pizza.
Un saludo desde Madrid.

El farmaceútico.