¡Suscríbete al blog! Todas las canciones de los lunes en tu Spotify

domingo, enero 24, 2010

Feliz Cumpletangos

Ayer, hace exactamente un año, empecé a bailar tango.

El tango siempre es un baile que me ha llamado la atención. Muy pasional, muy elegante y sexy. Además, me recuerda a mi abuelo, que siempre está cantando tangos y es un gran fan de Carlos Gardel. Pero ciertamente nunca me había interesado por bailar los tangos, ya que soy más torpe que George Bush comiendo galletas.

Pero en uno de mi tantos infructuosos intentos de perseguir faldas, me metí en el mundillo este del tango. Y me encantó. Nunca antes había bailado (no creo que cuente menear la cabeza en el Paraninfo al ritmo de Manowar) y descubrí que ¡Coño! No se me da tan mal. Al final le iba a poder sacar OTRO partido a mi flexibilidad.

El tango me ha enseñado muchísimo durante este año. No solamente a bailar, sino más bien a expresarme con el cuerpo. He conocido un montón de gente nueva, y todos me han ayudado a formarme en mayor o menor medida. He cambiado bastante y he perdido muchísimos miedos (sobretodo con esa raza de seres extraños que se autodenominan "mujeres"). Me he llevado también algunos palos, pero de esos que te alegras haber sufrido y poder sacar una enseñanza de ellos.

Pero sobre todo me ha traído alegrías y mucha diversión. Como cuando consigo hacer gritar y reír a Tere en la milonga de tanto que giro (tres giros completos y medio es mi récord ¡Vamos a por los cuatro!), o cuando le hago un gancho a Rosi, que no se deja. Los "inventangos" con Myriam o los cuchicheos en abrazo cerrado con Ana. Cuando le echo la bronca a Jessica porque no se ha puesto el perfume de frutas del bosque o cuando pico a Domingo para que me saque a bailar a la milonga, etc... Incluso mi pique unilateral con mi Némesis es divertido y lo disfruto de veras.

Son pequeños placeres que hacen que todas las noches en La Veguetita sean un placer. Y poco a poco voy conociendo algunas de las canciones, asociándolas a algunas personas.

El Nephelis to Tango, que siempre me hace recordar a Grete y esbozar una sonrisa.

El Enjoy the Silence de Tanghetto, que bailé a traición con Rosi. Posiblemente me odie un poquito por ello.

El Santa María (del Buen Ayre) que siempre me trae a la mente a Mariola.

Time de Kroke, que sin lugar a dudas me recuerda a Adriana y sus fantabulosas clases.

Ese tango imposible de bailar de Bajo Fondo junto con Tere, entre risas y bocanadas de aire.

No podía faltar Sur o no Sur, que tanto disfruto bailando con Mascha.

Incluso El Valse d'Ameliè, que aunque es cortito siempre quiero bailarlo con Rebeca.

Y muchos más que no recuerdo ahora, o que simplemente no conozco el nombre de la canción aunque la reconozca con sus primeros acordes.

Pero como podéis ver, hay cientos de tangos, todos diferentes y todos interesantes de bailar. Animaos vosotros también y bailad, bailad, malditos.

Para terminar, nada mejor que La Cumparcita (la cuál, por tradición, es la última canción que se toca en cualquier milonga). Pero como es mi cumpletangos, una cumparcita especial... La Cumparcita ¡¡Con Ukelele!!



Taluego!

2 comentarios:

Acuática dijo...

Si es que bailando tango con esos zapatos blancos pareces todo un gentleman... ;)

¡Qué cumplas muchos más!

Álvaro Loman dijo...

xD

Gracias!