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domingo, agosto 24, 2008

VALIS

Dios, que mal me encuentro...

El estómago amenaza con escapar a trompicones de mi boca y el mundo da vueltas. Que mierda me cogí anoche... Desde aquí saludo a Humberto, Cubo y Hércules, que se portaron como unos campeones conmigo (Sobre todo Humberto). Pero después de beberme 3 litros de agua y dormir la moña, parece que estoy en el estado justo para hablar de Philip K. Dick.

Para el Día del Libro, gusto de comprarme un libro. Es un pequeño placer y me siento bien, como diciendo "Que bueno soy que ayudo a la cultura". Estos años atrás me he estado comprando la antología de relatos cortos de Philip K. Dick (bastante recomendable, por cierto) que consta de 5 volúmenes, de los cuáles han salido 4.

Pero este año no encontré el cuarto tomo el Día del Libro y decidí comprarme un libro de Dick que llevaba tiempo llamando mi atención: VALIS. Acabo de terminarlo (tenía una cola de lectura bastante grande) y tengo que compartir la experiencia.

VALIS son las siglas para Vast Active Living Intelligence System, una suerte de satélite artificial que se comunica con nosotros por medio de unos rayos rosa de información pura, abriendo así nuestro tercer ojo.

La novela es una mezcla entre realidad y ficción en el que no sé muy bien dónde acaba una y empieza otra. Creo que la película que se menciona en el libro no existe y, por lo tanto, tampoco el matrimonio que la creó, ni su hija profetisa. La historia de su hijo es presuntamente cierta, al igual que todas las cosas raras que le pasan a Amacaballo Fat (El intento de suicidio, las mascotas muertas de cáncer, los trances místicos, etc) pero no estoy realmente seguro donde empieza una y acaba la otra.

Philip K. Dick consumió drogas de forma constante durante mucho tiempo, lo cuál hizo que estuviera como una puta cabra. Voy a hablar un poco del libro, pero no temáis los spoilers, porque la trama es lo de menos. Me interesaba la novela (muy difícil de leer y, sobretodo, RARA DE COJONES) porque narraba sus experiencias místicas y como le cambiaron. Este libro viene acompañado de una exégesis (Interpretación de la Biblia) donde Dick explica su visión del mundo.

Según él, y si no entendí mal (que seguramente me haya perdido gran parte del significado), Dios es simplemente una entidad creadora que está loca y se cree Dios. En realidad Dios somos nosotros en un futuro muy lejano, donde hemos evolucionado hasta un punto en que podemos crear mundos con el poder de nuestras mentes.

Es más, nosotros somos esas personas del futuro, que hemos sido encerradas en la Prisión Negra para a saber qué... Según Dick, el tiempo y el espacio son concepciones que nos hemos creado nosotros mismos, bloqueando nuestro propio Tercer Ojo para encerrarnos en esta realidad (no llegué a entender por qué coño hicimos eso, pero creo que es una especie de castigo). El caso es que todas las líneas temporales están superpuestas, y si tuviéramos el Tercer Ojo abierto podríamos pasar de una a otra como Pedro por su casa.

¿Todo bien? ¿Necesitáis un descansito? Vale, vale. Un par de detalles curiosos del legado de Dick (todo en un párrafo, para que podáis saltároslo si queréis seguir con la historia). En la serie Lost, en un capítulo de la cuarta temporada se ve a Ben leyendo el libro VALIS. Se supone que todos los libros que aparecen en la serie son referencias a la trama, así que... ¡A leer todos! La película más famosa basada en una novela de Dick es Blade Runner (basada en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?), pero Ridley Scott no quería dirigirla porque decía que se encasillaría en la ciencia-ficción. Mientras tanto, estaba a punto de firmar para dirigir Dune (al final la dirigió David Lynch)... que también es ciencia-ficción. Para terminar, os adelanto que Disney ha adquirido los derechos del relato corto "El rey de los elfos" de Dick para llevarlo al cine. Yo me he leído el relato y no está mal, pero si se "dineyiza" se puede convertir en una mierda bestial.

Seguimos. El caso es que alguien quiere sacarnos de esta Prisión Negra ("Albermuth") y lo hace mediante un satélite que abriría nuestro Tercer Ojo, haciéndonos recordar nuestras verdaderas capacidades y, por lo tanto, liberándonos. Se supone que a Philip K. Dick le abrieron ese Tercer Ojo y por eso descubrió a su otro yo del Imperio Romano. Pablo era un cristiano perseguido por los romanos y, sobre todo, era un tío con una fuerza de voluntad enorme. Tan grande que tenía poder sobre el resto de sus alter-ego de los continuos temporales paralelos. Así lo decía Dick, que creía que a veces hacía cosas sin saber por qué...

Eso es, más o menos, todo el asunto. Me he dejado mucha paja y probablemente me haya olvidado cosas la mar de importantes, pero parece que eso es todo. Según Dick, Jesucristo, Buda y otros profetas importantes eran la misma persona y cosas así. Pero a mí lo que realmente me ha parecido interesante de la novela es la forma en que está narrada. Toda la novela está escrita en primera persona, aunque se explica al principio del libro que esto lo hace para darle "objetividad a la historia", ya que el protagonista es Amacaballo Fat, no Philip. K Dick, el narrador.

El problema es cuando de repente, en mitad de alguna conversación, aparece la figura de Philip K. Dick y habla con Amacaballo Fat... cuando en realidad son la misma persona. Me resulta fascinante cómo Dick crea con Fat y destruye con Dick. Da razones lógicas (dentro de la locura que supone VALIS) con uno y luego lo hecha por tierra con el otro, esgrimiendo datos y hechos. Pero hay cosas que Dick no puede explicar, por lo que Amacaballo recurre al misticismo y Philip a la locura.

De verdad que aluciné cuando, casi al final del libro, Amacaballo Fat (Philip significa Amacaballo en griego y Fat es una traducción de Dick al alemán) discute con Philip K. Dick sobre todo lo ocurrido en el libro. Amacaballo oye voces en su cabeza, presuntamente enviadas por VALIS, para que encuentre al profeta de este continuo espacio-tiempo y quiere seguirlas. Philip le intenta disuadir razonando que todo lo ocurrido en el libro tiene explicaciones lógicas. Llegado un momento dado, Philip no puede convencer a Amacaballo y termina por esgrimir su último argumento:

"Fat, estás loco".

Y ahí es cuando te quedas boquiabierto. El autor del libro se está llamando loco a sí mismo. Es tan sincero, tan contundente, tan irreversible, que te pone la piel de gallina. Fat decide vivir en su locura y se va a Micronesia (con más de 2000 islas) a seguir buscando a alguien que sabe que no existe. Dick se queda en casa y sigue escribiendo sus libros.

Esa vertiente del libro me pareció genial y el libro lo recomiendo a la gente que esté familiarizada con la obra de Dick. Si no lo estás, empieza por Ubik y sigue subiendo las apuestas con Lotería Solar, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y algunos más. Cuando le hayas cogido el tranquillo, sigue con El hombre en el Castillo, Una mirada en la Oscuridad, etc y ya, por último, VALIS.

Y ahora me entero que Dick escribió una segunda parte de VALIS llamada La Invasión Divina y empezó una tercera novela titulada provisionalmente The Owl in Daylight que al final se publicó como La transmigración de Timothy Archer. Ya me ha picado el gusanillo...

Dick no pudo terminar la tercera novela porque, básicamente, se murió antes. Estuvo en una especie de trance durante unas dos semanas hasta que pasó a mejor vida ¿O no? ¿Y si Philip K. Dick está vivo y nosotros... muertos?

Taluego!

PD: Sí, Dick es Polla... Niñatos.

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